El abrazo pendiente…

Tenemos un abrazo pendiente, tenemos un encuentro, una celebración, una ceremonia, un instante mágico; tenemos cientos de intenciones que tienen como meta ese preciso momento. Tenemos un abrazo pendiente, me gusta imaginarlo así, me gusta pensar que las personas que me hicieron crecer van a estar ahí, siempre. 

Por eso camino, por eso miro hacia el horizonte pensando en ese abrazo del comienzo; en ese abrazo de los primeros instantes que dieron lugar al viaje. Y desde allí, desde el vértigo insuperable del primer encuentro, me lanzo a vislumbrar ese momento único e irrepetible. Desde allí, parten todos esos recuerdos en los que los abrazos fueron los principales protagonistas.

Porque el recuerdo tiene un origen y ese origen comienza con la vida, el recuerdo es hechizo y en él está ese yo que se enriqueció con tu presencia. Porque el recuerdo es inmanente, y al pensar en ti, mi piel se eriza y tu imagen se agiganta.

Tenemos un abrazo pendiente, tenemos una palabra, un silencio, una risa, una lagrima; tenemos todas esas cosas dispuestas a hacer de esa fusión un encuentro verdadero. Tenemos un abrazo pendiente, porque cada una de nuestras células se llena de brillo al recordar, ese primer abrazo que hizo posible todo lo que vino después…

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