La trinchera es un espacio de literatura (o algo perecido), en el cual iré subiendo pequeñas historias, o breves relatos que son parte de los fantasmas que me azotan; temas que están en mí y que a través de la literatura intento comprender.
Un sitio que se creó con la idea de compartir, sin otra intención que la de generar una vía de escape o una suerte de retroalimentación, que tenga como finalidad escaparnos del vértigo e instalarnos en la calma, en ese ocio aristotélico donde la verdad encuentra su sentido. Un pequeño grano de arena en este río que se transforma constantemente y que nos arrastra a esa posibilidad que creemos imposible.
Su nombre, “La trinchera”, surge a partir de la idea Foucaultiana de resistir al poder; a ese poder que está en todas partes y que nos conduce a un fin que desconocemos, a ese poder que nos distrae, nos engorda y hace de nosotros ratas de laboratorio, a ese poder que intenta igualarnos para dominarnos mejor. Por ello y continuando con las palabras de Foucault: “una manera de resistir al poder, es tomar al hombre como si fuera una obra de arte”.
La trinchera es simplemente eso; pero además, es un refugio en el cual me siento a salvo, es un espacio que me permite soñar con los ojos abiertos y sin límites. El cable a tierra que encontré para acariciar a esa fuerza que nace con nosotros, y que llamamos con el nombre de libertad…
Me alegra Gastón, en esta pequeña introducción muestras tus dotes de escritura.
Leeré sin duda tus escritos.
Salud y libertad!
Adelante, Gastón. Que tu voz se oiga en palabras escritas, como un llamado a la reflexión social.
Existo en todo gaston. Que todo el conocimiento se trasmita y que todos encuentren libertad