Renacer…

Tal vez deberíamos morir por las noches y renacer con el mismo cuerpo al otro día. Desnudarnos por completo y, en el último suspiro del alba, justo en ese instante, tomar al sueño por las alas y no soltarlo hasta que hayamos volado por un largo rato.

Tal vez deberíamos aprender a volar, o atrapar los sueños antes de que se marchen. Y así, con los ojos llenos de asombro, ver la tierra desde lo alto y entender que nuestro lugar está allí, y no donde pretendieron hacernos creer, aquellos incapaces de ser libres.

Allí donde la naturaleza vive y donde los atardeceres cantan. Allí donde miríadas de estrellas bailan junto a la luna para festejar la vida.

Y ya cuando seamos capaces de abarcar todo con nuestra mirada, ya cuando sintamos que una lágrima recorre nuestro rostro, una vez ahí, pensar en la libertad y en esos primeros hombres que habitaron la tierra. Preguntarnos, ¿qué fue lo que tuvo que pasar para que un día dejaran de soñar?

Tal vez deberíamos morir por las noches y renacer con el mismo cuerpo al otro día, y hacer como el niño o el poeta, que habitan en un mundo que no los puede atrapar…

Un comentario en «Renacer…»

  1. Te saluda desde Valencia un nuevo lector el cual está deseoso de más relatos y de conocer los misterios que albergan en el bar Hércules. Gran relato, me hizo reflexionar durante el viaje

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